MÍMULO

Las cualidades imprescindibles que todo terapeuta floral debe tener.

La terapia con Flores de Bach ha recorrido un largo camino de expansión y crecimiento desde aquellos tiempos en que el joven y entusiasta cirujano, Dr. Edward Bach, creara este método de curación natural por las flores a principios de siglo XX.

Pero antes de empezar con las bases de la terapia floral, es imprescindible hablar sobre la figura del terapeuta floral. Sin su sabiduría, humanidad y buen hacer sería imposible ayudar a los pacientes.

Hoy os contaremos cuáles son las principales cualidades que debe tener un terapeuta floral para poder impartir la terapia floral según los valores que nos legó el Dr. Edward Bach.

 

Profesionalidad
Un terapeuta floral nunca deja de formarse, hablamos de formación superior, ya que los casos que se tratan cada vez responden a una mayor complejidad. Vivimos momentos convulsos, donde las crisis son más frecuentes y debemos ser ágiles en los procesos de transformación y adaptación a los nuevos tiempos.
Los terapeutas debemos conocer el tratamiento de los problemas psicoemocionales más disfuncionales y las perturbaciones más complejas, estados emocionales difíciles en los que se necesita una ayuda terapéutica altamente cualificada.

Según la terapeuta floral Patricia Kaminski: “Somos cada vez más, los terapeutas florales que consideramos que un tratamiento basado exclusivamente en prescribir fórmulas florales no es suficiente si no se contempla un proceso terapéutico integral.

No es lo mismo dar flores que hacer Terapia Floral.

Empatía
En nuestro campo, la empatía es la habilidad de conectar con la paciente ejerciendo una escucha activa, entrando en su mundo y viéndolo desde su propia concepción.
La empatía es indispensable en el proceso de la terapia.
Es la capacidad del terapeuta que hace que la paciente se sienta comprendida, no solo desde la mente, sino desde el corazón.

Confianza
Un buen terapeuta creará un entorno de seguridad y confianza, donde la paciente establecerá un vínculo de confianza hacia el terapeuta; va a confesarle sus problemas y sentimientos más personales, emociones tan profundas que no ha podido revelar a nadie, y por ello esa relación de confianza es imprescindible para ella.
La paciente debe sentir que el terapeuta floral es una persona honesta que trabajará para ayudarle y que no le perjudicará en ningún momento.

Empatía, honestidad, aceptación incondicional, profesionalidad, sabiduría, humanidad y confianza, son las cualidades básicas e imprescindibles que todo terapeuta floral debe tener en su interior para poder ayudar a la paciente a sanar emocional y físicamente.

Así somos en Mímulo, fieles a los valores y principios que estableció el Dr. Bach para su terapia floral.

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